A los valientes también les da miedo. También temen a su destino, a las circusntancias de sus vidas. Los valientes también se detienen y también caen. También fracasan, también tiemblan frente al enemigo. También dudan de sí mismos y también se cuestionan su misión en la vida.
Los valientes también sufren, también lloran. Los valientes también cometen errores. También confían en las personas equivocadas. También caen en trampas enemigas, también son víctimas de personas malvadas.
Los valientes también equivocan su camino, también se pierden, también caminan sin rumbo y también quedan atrapados en caminos en donde la yerba mala ha crecido y el camino aparenta terminar sin llevarlos a su destino.
Los valientes usan el miedo como catalítico energizante, se detienen para descansar, pensar y recobrar fuerzas. Los valientes pelean aunque por dentro tiemblen como una hoja. Cuando las dudas los invaden entonces recuerdan cual es su meta y se enfocan en ella. Cuando cometen errores aprenden de ellos. Cuando un amigo les traiciona no le odian porque saben que el tiempo ajustará cuentas con ellos.
Los valientes aprenden de sus equivocaciones y cada lección los hace más sabios, más humildes y experimentados. Los valientes recorren no uno, sino muchos caminos y así buscan su destino incansablemente. Cuando los caminos parecen agotados, entonces sacan su gran cuchillo y se abren camino dónde la yerba mala ha crecido. Se abren camino no sólo para sí mismos, sino para todo aquel que le siga.
Los valientes conocen muy bien el fracaso, pero no permiten que el fracaso detenga sus vidas. Los valientes son valientes porque no se rajan, no se quitan, no se rinden JAMAS!
- Yo, mi Mente y el Universo -